EL RESULTADO NETO DE EXPLOTACIÓN SE DUPLICA EN UN AÑO CON CAIDA DE PRODUCCIÓN POR LA BAJADA DE PRECIOS DE LAS MATERIAS PRIMAS

13 de Julio de 2016

La industria química, básica y energética de Huelva registró una caída de la producción en 2015, al mismo tiempo que superó su registro histórico de descenso en las emisiones y vertidos, según se refleja en el Informe de Sostenibilidad elaborado por la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva  con los datos agregados del comportamiento económico, social y medioambiental de las empresas asociadas, que se ha presentado esta mañana en la sede de FOE.

El acto ha contado con la participación del Alcalde de Huelva, Gabriel Cruz; el Consejero de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, José Sánchez Maldonado y el Presidente de la FOE, José Luis García-Palacios. También han estado presentes representantes de las administraciones con competencias relacionadas con la actividad de estas empresas; alcaldes de los municipios en los que está implantada la industria onubense; directivos nacionales y locales de las compañías asociadas; empresarios, proveedores y colaboradores de la industria, así como medios de comunicación regionales y locales.

En su intervención, el presidente de AIQBE, Miguel Palacios, destacó que “este año es importante para nosotros, pues nuestra Asociación cumple la friolera de 30 años, tres décadas en las que ha defendido con ahínco las fortalezas del sector industrial en Huelva, pero en las que también ha tenido que enfrentarse a capítulos difíciles, que aún protagonizamos en ocasiones, principalmente vinculados a la necesidad de acercar más nuestra actividad a la sociedad, para generar una mayor conciencia industrial. Este sector hace posible nuestra forma de vida actual y los productos y servicios derivados de su actividad están presentes en todo cuanto nos rodea. Motivo más que de sobra para seguir afrontando el desafío de lograr que nuestro sector sea entendido como un bien necesario, sobre todo porque en Huelva la actividad industrial se practica sin renunciar a cuestiones fundamentales, como el mantenimiento del empleo, el respeto medioambiental y una sólida implicación social.”

Producción

El valor de la producción sufrió un descenso, pasando de 11.836 millones de euros en 2014 a 10.056 millones en 2015. La reducción de los precios de las materias primas y en consecuencia de los productos, además de la finalización de la producción de pasta papelera, explican esta bajada. La disminución de la producción es apreciable en todos los productos del sector industrial, pero ha sido especialmente notable en la generación de energía eléctrica.

De este modo, la distribución sectorial de la producción es la siguiente: el refino de petróleo representa el 66,6%, seguido de la metalurgia de cobre que supone casi el 18% frente al 15,4% del año anterior. Los productos químicos básicos se sitúan en el 12,6%, la generación de energía el 0,8%; los fertilizantes se mantienen en 2,3%, mientras que la pasta de papel desaparece. El destino principal de la producción es España, pero algo más del 26% se dirige al extranjero.

Inversiones y empleo

Destaca la inversión realizada en 2016, que fue de 150 millones de euros, casi un 50% más de lo invertido el año anterior, lo que refleja que pese a la situación, las compañías modernizan sus instalaciones, confiadas en una evolución favorable de las ventas. En los últimos 21 años, la inversión acumulada del sector en mejoras productivas y medioambientales ha sido de 5.450 millones de euros.

Las cifras de empleo de 2016 experimentaron un ligero descenso en las plantillas propias de las fábricas, causado por las bajas de los trabajadores de pasta de papel, pero fue superior en las contratas. De este modo, la cifra de empleados de AIQBE fue de 2.345 personas, mientras que la de las empresas auxiliares se situó en 659.

Entre los principales indicadores de comportamiento social destaca el salario promedio que fue de 41.907 euros anuales, muy superior a la media nacional. Cabe mencionar que más del 80% de los empleados del sector proceden de la provincia de Huelva y que el 94% de los contratos de trabajo son de carácter indefinido, lo que demuestra la alta estabilidad del empleo.

Las compañías siguen apostando por un empleo estable, cualificado y de calidad, por eso el 100% de ellas ofertan formación continua, presencial o no presencial, e invirtieron más 12 millones de euros en seguridad y salud laboral

Efectos sobre la economía de Huelva

El informe evalúa los efectos de la actividad productiva de AIQBE en el conjunto de la economía provincial. La suma de los efectos directos, indirectos e inducidos de su actividad se estima en 2.056 millones de euros de Valor Añadido Bruto y 7.976 empleos.

Las empresas de AIQBE fueron, por otra parte, contribuyentes significativos de los Ayuntamientos de Huelva y Palos de la Frontera, con 19,5 millones de euros en concepto de impuestos, licencias, tasas, etc, durante 2015.

Responsabilidad social

En 2015 las empresas de AIQBE, en parte a través de la propia Asociación, han mantenido su implicación en el entorno a través de la colaboración con iniciativas culturales, deportivas, educativas y sociales, que conllevan importantes ayudas económicas bajo la fórmula de patrocinios y acuerdos. En este sentido cabe destacar la cada vez mayor vinculación de las empresas de AIQBE con las universidades de Huelva.

Los asociados han realizado 19 proyectos internos de I+D+i, a los que hay que sumar otros 15 en colaboración con otras entidades. La relación con la comunidad educativa se ha traducido en 15 actividades con todos los niveles educativos y el 69% de las empresas han acogido alumnos en prácticas. En las áreas deportivas, culturales, sociales y medioambientales se han desarrollado 53 actuaciones.

Comportamiento medioambiental

El pasado año los indicadores sobre el comportamiento ambiental de las empresas de AIQBE muestran la reducción progresiva del impacto en el entorno, aunque parte del descenso de emisiones y vertidos se debe al cese de la producción papelera.  Se ha mantenido el nivel necesario en los gastos de control medioambiental y se ha producido un incremento de las inversiones, de acuerdo con el compromiso de mejora continua de las empresas, que muchas veces va más allá del cumplimiento de los límites legales.

Las inversiones específicamente orientadas a este objetivo fueron de 13,2 millones de euros, lo que supone una inversión acumulada superior a 455 millones en los últimos 11 años.

Los resultados son muy positivos y en el caso del consumo y la demanda de energía eléctrica en los procesos de producción, los valores se han mantenido con respecto a los años anteriores. En cuanto a las emisiones, todos los parámetros se redujeron considerablemente por las mejoras aplicadas en las plantas. Lo mismo ha ocurrido con los vertidos, que han descendido muy por debajo de los límites legales. Los residuos sí han aumentado como consecuencia de las operaciones de montaje, desmontaje, mantenimiento y paradas de las industrias. El 46% de las empresas tienen implantadas medidas para el ahorro de agua y la eficiencia energética.