Si el pasado número de la Revista de AIQBE se publicó en el marco de uno de los peores contextos sanitarios y socioeconómicos imaginables debido al advenimiento de la pandemia del Coronavirus, la edición del cuadragésimo volumen de esta Revista que presentamos a continuación coincide con una etapa marcada por la esperanza, por la ilusión y, también, por la prudencia.

Esperanza, porque la llegada de las vacunas ha trazado el camino para una recuperación cada día más próxima, para el regreso a aquella normalidad de la que el virus nos privó en marzo de 2020, la vuelta a un mundo en el que los apretones de mano y los abrazos vuelvan a asentarse como gestos rutinarios, un mundo sin mascarillas, sin distancia, sin miedo.

Ilusión, porque si hay alguna conclusión que hemos podido extraer de este casi último año y medio, es la extrema necesidad de invertir en ciencia como ámbito garante de la salud, del empleo, del progreso social y ambiental. Por ello, dotar a las actividades científicas de mayores recursos y reconocimiento se antoja un paso incuestionable para construir lo que ya denominamos “la sociedad post-Covid”.

En este punto, no podemos obviar la labor imprescindible llevada a cabo por el sector industrial, un sector que ha puesto de relieve su esencialidad y su resiliencia, fijando el empleo y contribuyendo, más que nunca, al desarrollo social y económico de su entorno. No en vano se ha demostrado que aquellas localidades que gozan de un sector industrial fuerte no solo han sentido menos los efectos de la pandemia, sino que, según las previsiones, serán las que experimentarán una recuperación más temprana.

Y es que, además de su carácter esencial, suministrando materiales y productos a sectores como el sanitario, el energético o el agroalimentario, la industria de Huelva ha contribuido a paliar los efectos adversos que la crisis ha imprimido en el entorno de las familias más desfavorecidas. A través de ayudas, donaciones, compra de alimentos o materiales, las empresas que componen el tejido industrial onubense han mostrado su cara más solidaria, colaborando con asociaciones humanitarias como Banco de Alimentos, Cáritas Huelva o Cruz Roja.

Por último, este nuevo volumen de nuestra publicación surge en un momento que, sin perder de vista las cuestiones anteriores, también destaca por la prudencia que todos debemos mostrar, sabiendo que la batalla contra el virus no ha terminado y aún queda un trecho por recorrer, en el que el cuidado del prójimo, la empatía y la responsabilidad deben seguir guiando todas nuestras relaciones.